DIETA Y BIENESTAR PSICOLÓGICO
Nuevo año, propósitos viejos
Empieza el nuevo año y con él los nuevos propósitos, “dejar de fumar, hacer deporte, estudiar, adelgazar”, esos son algunos de los más escuchados.
Adelgazar, “quiero perder esos kilitos que he puesto en las fiestas, no me veo guapa, no me siento a gusto cuando la barriga se sale por el pantalón, no puedo realizar ejercicio físico a consecuencia del exceso de peso, mi pareja me dice que tengo que cuidarme”, estas son algunas de las razones por las que las personas demandan un tratamiento para adelgazar.
Pero antes de iniciar una dieta me parece interesante reflexionar acerca de cómo, qué y por qué comemos.
Hay personas que comen para alimentarse, para saciar la necesidad física que les provoca el hambre (esto se manifiesta a través de dolor de barriga, mareos, fatiga), otras cuando sienten un conflicto emocional es decir, cuando quieren aliviar un sufrimiento o relajarse ante una situación que les desborda.
Es cierto que los alimentos reconfortan, imagina a un bebé cuando llora y su mamá le da el pecho, o cuando un niño llora y su papá le da un caramelo, la dificultad aparece cuando la persona no encuentra otra forma de aliviar el malestar o no tienen otras herramientas para resolver sus conflictos y utilizan la comida para ello.
El otro día me comentaba una persona que no entendía cómo después de cenar y sentirse saciada tenía que comer algo dulce, ¡con el esfuerzo que le estaba costando mantener la dieta!.
Dieta – hábitos saludables
Para poder entender qué nos ocurre, hay que tomar cierta distancia que nos permita identificar qué sentimos, aprender a distinguir el hambre física y tomar alimentos saludables. Es importante hacer cinco comidas al día, que nos centremos en ella y a ser posible las compartamos con la familia. También es interesante para adelgazar y estar saludable acompañar a la alimentación con ejercicio físico acorde a la edad y estado de salud.
Es cierto que la dieta supone un gran esfuerzo, especialmente cuando se ha fracasado en varias ocasiones y cuando el peso a perder es elevado. Por eso hay que vivirlo como una carrera de fondo, como un proceso, donde lo más importante no es la meta sino los logros que se van consiguiendo progresivamente.
En los últimos tiempos la colaboración del Nutricionista-Psicólogo se está haciendo más fuerte, es una forma de complementar y aportar a la persona un apoyo más específico para mantener la dieta y prevenir posibles recaídas.
El Nutricionista especialista en alimentación y el Psicólogo especialista en comportamientos hacen un buen tándem. El Psicólogo facilita las herramientas para reducir la ansiedad, enseña formas alternativas de pensar, cómo consolidar hábitos saludables, cómo aumentar la autoestima y sentirse mejor con uno mismo, entre otras.
Y por último, me gustaría compartir la gran ayuda que supone contar con un grupo terapéutico en el que todos sus miembros puedan compartir sus dificultades y sus progresos.
Nueva edición Escuela de Familias
En estos días de verano en los que desconectamos y recargamos las pilas, quería ofreceros la posibilidad de afrontar el nuevo curso de otra manera, aprendiendo a manejar las situaciones que nos iremos encontrando con herramientas basadas en el respeto, la empatía y la escucha activa.
El próximo mes de octubre tendrá lugar la nueva edición de la Escuela de Familias. En esta ocasión habrá dos talleres distintos: uno dirigido a la infancia y otro a la adolescencia, ambos tendrán lugar cada lunes y cada martes en horario de 17:00 a 19:00 desde la semana del 10 de octubre a la del 19 de diciembre .
Os invito a asistir a la sesión de presentación gratuita que tendrá lugar el lunes 3 de octubre en la sede de AEQUO. En esta sesión explicaré el método de trabajo, los contenidos y resolveré cualquier duda al respecto del funcionamiento de la Escuela. Mi intención es que podáis conocer de primera mano qué os puede ofrecer este espacio de trabajo y cómo puede mejorar la relación con vuestros hijos.
Confirma tu asistencia a la sesión gratuita de presentación en el teléfono 646 98 64 75.
¡Os espero en esta nueva edición!
Escuela de Familias · Infancia
Escuela de Familias · Adolescencia
DÍA MUNDIAL SIN ALCOHOL – 15 de noviembre de 2015
Hoy día 15 de noviembre de 2015, me gustaría felicitar a las personas que han conseguido hacer frente al alcoholismo, a todas aquellas que luchan día a día para no volver a él y a sus familias.
El Trastorno por consumo de alcohol, se caracteriza porque la persona que consume alcohol presenta:
A. Un modelo problemático de consumo de alcohol que provoca un deterioro o malestar clínicamente significativo y que se manifiesta al menos por dos de los hechos siguientes en un plazo de 12 meses:
– Se consume alcohol con frecuencia en cantidades superiores o durante un tiempo más prolongado del previsto.
– Existe un deseo persistente o esfuerzos fracasados de abandonar o controlar el consumo de alcohol.
– Se invierte mucho tiempo en las actividades necesarias para conseguir alcohol, consumirlo o recuperarse de sus efectos.
– Ansias o un poderoso deseo o necesidad de consumir alcohol.
– Consumo recurrente de alcohol que lleva al incumplimiento de los deberes
fundamentales en el trabajo, la escuela o el hogar.
– Consumo continuado de alcohol a pesar de sufrir problemas sociales o interpersonales persistentes o recurrentes, provocados o exacerbados por los efectos del alcohol.
– El consumo de alcohol provoca el abandono o la reducción de importantes actividades sociales, profesionales o de ocio.
– Consumo recurrente de alcohol en situaciones en las que provoca un riesgo físico.
– Se continúa con el consumo de alcohol a pesar de saber que se sufre un problema físico o psicológico persistente o recurrente, probablemente causado o exacerbado por el alcohol.
– Tolerancia, definida por alguno de los siguientes hechos:
* Una necesidad de consumir cantidades cada vez mayores de alcohol para conseguir la intoxicación o el efecto deseado.
* Un efecto notablemente reducido tras el consumo continuado de la misma cantidad de alcohol.
– Abstinencia, manifestada por alguno de los siguientes hechos:
* Presencia del síndrome de abstinencia característico del alcohol.
* Se consume alcohol para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia.
El Trastorno por consumo de alcohol tiene consecuencias a nivel físico, psicológico, social y familiar.
– Retrasos y absentismo en el puesto de trabajo, así como empeoramiento del rendimiento laboral.
– Pérdida de memoria, dificultad para atender y concentrarse, deterioro del juicio, pancreatitis, hipertensión, gastritis crónicas, hepatitis , cirrosis hepática,reducción de la líbido, impotencia, menopausia precoz.
– Deterioro de las relaciones personales, familiares y sociales.
– Celotipia, dificultad para conciliar y mantener el sueño, irascibilidad, suceptibilidad, sensación de persecución.
– Accidentes de tráfico, entre otras.
Si te encuentras en esta situación, es importante:
– Pedir ayuda a la familia, profesionales en adicciones y centros especializados.
– Evitar discutir con la persona que se encuentre bajo los efectos del alcohol, apoyarla e intentar buscar soluciones.
– Recordar que existen tratamientos y que muchas personas consiguen superar la adicción.
En el tratamiento del Trastorno por consumo de alcohol, es tan importante el paciente como su familia, ya que ésta es con la que convive y se relaciona, en ella se producen situaciones dolorosas, discusiones, enfados, abandonos, que pueden haber afectado a las relaciones entre los distintos miembros.
Por lo que he comentado anteriormente, hay que apoyar al paciente, ofreciéndole información acerca del consumo problemático del alcohol y sus consecuencias, así como enseñarle estrategias que le permitan afrontar una posible recaída e identificar los pasos previos que le pueden llevar a ella, mejorando su autoconcepto, autoimagen, autoestima, así como entrenarle en la gestión de sus emociones.
Y respecto a la familia, hay que trabajar con ella para que sea una fortaleza para el/la paciente, ofreciéndole un espacio en el que compartir su desasosiego, deseperanza, impotencia, sufrimiento a la vez que mostrarle formas de relación saludables, desde el manejo de emociones, la comunicación asertiva, la escucha activa, la empatía.
Por último, señalar los grupos de autoayuda, en el que personas con la misma problemática se reúnen para compartir las dificultades y logros.
Si te encuentras en esta situación, no dudes en perdir ayuda.
Sólo resuelven sus problemas, aquellos que buscan soluciones.